PROJECTES - ROMA - JUPITER

Entre 1989 y 1992 la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, cuando formaba parte orgánica de la Real Academia de España en roma, desarrolló un programa de excavaciones arqueológicas en el centro de Roma. Se trabajó en una franja privilegiada del parque arqueológico central: el espacio que se extiende entre el Arco de Tito y el de Constantino, a escasa distancia del Colosseo. Posteriormente los trabajos fueron continuados por la Universitat Rovira y Virgili de Tarragona, con el apoyo de la Universidade Do Minho (Braga). La investigación de campo conluyó con la campaña de setiembre de 2002 y los resultados se publicaron en una monografía científica en 2005. Actualmente las excavaciones son proseguidas en este ligar por la Università di Roma “La Sapienza” bajo la dirección de Clementina Panella.

​El proyecto de investigar esta zona nació en 1988 como una recuperación de la actividad de campo de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Habían transcurrido casi 30 años desde la conclusión de las excavaciones españolas en la ciudad de Gabii y la Escuela, bajo la dirección del Prof. Arnau Puig se planteaba iniciar un nuevo programa de excavaciones arqueológicas. El estudio del equipo español se centró en el espacio urbano de la antigua Roma que separa las colinas del Palatino y del Esquilino. Una depresión que ha sido siempre la vía natural de conexión entre el Foro y el Valle del Colosseo.

​La continuidad topográfica de la ciudad de Roma a lo largo de 2500 años se reflejó en un registro estratigráfico muy complejo y rico. Los resultados de la excavación permitieron construir un discurso continuo que se prolonga desde el año 64 d.C., fecha de un brutal incendio que destruyo dos terceras parte de Roma (el célebre incendio de Nerón) hasta las postrimerías del siglo V, cuando se constató la construcción de una importante schola, sede religiosa o corporativa, sobre las estructuras de un edificio de patio (tal vez unos horrea) del siglo III d.C. que probablemente formaban parte de las dependencias públicas de los Palacios Imperiales en el Palatino. Los niveles posteriores al siglo VI d.C. habían sido ya eliminados por los trabajos de comienzos de siglo XX. Desde el punto de vista científico, el aporte más notable han sido los nuevos datos que completan la planta del sector norte de los Palacios Imperiales.

​La residencia del emperador era además el centro del poder político y la sede administrativa del Imperio. Se desarrolló a partir de la Casa de Augusto, el primer emperador. En un proceso de varios siglos acabó por ocupar toda la colina del Palatino. Nuestras excavaciones, al incidir en este complejo sistema palacial, ayudaron a explicar el modo en que el centro de Roma se convirtió en una proyección del poder imperial que alcanzaba todas las orillas del Mediterráneo.